Maurice Echeverría y la simpleza de sus líneas: Por lo menos

Por Diego Ventura.

Existe el constante cambio, así como en las características del ser humano y toda obra que del mismo provenga, tanto como en un proceso que define su arte y en este caso en particular, las letras. Es por ello que no solo leemos novela, o poesía.Es por eso que leemos cuento o ensayo o tal vez artículo científico, etc.

Hace unos meses atrás, decidí aventurarme entonces, a la lectura de cuentos cortos y relatos breves, donde puedo mencionar a Roxana Ávila, Tito Monterroso o José Barnoya. Al terminar dicha empresa, me quedó la sensación de haber disfrutado del genio de los autores en la desnudez de su esencia, algo así como haber tocado el tuétano de la literatura sin despojarla jamás de su delicada grandeza.

Cuando conocí a Maurice Echeverría (digo conocer por el hecho de leer su trabajo), lo hice con “Diccionario Esotérico”. No hace falta calificar dicha obra, que baste con decir que lo que dejó en mí, fue el ímpetu de conocer el resto de su obra y estar a la expectativa de lo que Echeverría produjera en adelante. Luego, Maurice declaró que no volvería a publicar jamás.

Pasado un tiempo, el autor aparece. Eso me hizo recordar una conversación entre Frida Kahlo y Diego Rivera, cuando ésta le pregunta a él, si sus pinturas eran buenas o no. Rivera le contesta que ella (Frida) es una artista y que, aunque su opinión (de Rivera) fuera desfavorable, ella pintaría hasta el último día de su vida. Y pensé entonces en la reciente obra de Maurice: “Por lo menos”.

¿Cómo se acoge un libro que lleva el título “Por lo menos”? ¿Por donde empezar? Cuando uno observa arte minimalista, tiene la sensación de experimentar grandeza demasiado simple, pero al final grandeza a la cual no le cabrá ni un ápice más de color o de forma. Con los relatos de Maurice pasa exactamente lo mismo, ni una palabra de más.

En “Por lo menos”, el autor se encarga de retratar una realidad y a su vez, reinventarla, explotando de manera magistral el recurso que la mayoría de sus lectores conoce: la ciudad. Pero al hablar de la ciudad, no hablo solamente del espacio físico que supone la ciudad, no, me refiero a sus situaciones cotidianas y a las personas que habitan en ella. La terminal de la zona 4 o bulevar liberación por ejemplo, son recursos que sirven de escenario y contexto para plasmar todo el genio de Maurice Echeverría en las breves y concisas líneas de sus cuentos.

Después de todo, las líneas más breves son aquellas que nos marcan, como un “te amo”, “gracias” o tal vez un “si” o un “no”.

“Por lo menos”, es un libro que superará las expectativas de los ya exigentes lectores que apuestan (porque conocen) la literatura guatemalteca y a su vez, es un excelente inicio para aquellos que aun no conocen la excelente producción literaria nacional. Lo único breve que no aplica a este libro es un simple “me gustó”.