De a uno, en parejas, un trío, van llegando.
Los primeros en arribar saben sus atribuciones, juntan la hoguera y distribuyen los troncos, que servirán de asientos, a su alrededor.
El gran maestro y la pitonisa son de los primeros en llegar, se les nota en la expresión, el interés y la emoción, porque al fin se lograran reunir para otro de sus excitantes rituales.
No es necesario esperar la presencia de todos los involucrados en la ceremonia para que ésta de inicio. Seguramente algunas voces estarán ausentes, pero las presentes inundan ya el ambiente con sugestivos y mordaces comentarios.
El maestro fotógrafo inicia sus labores, como siempre, en silencio.
Ella, de la mano de su amada, toma el control de la palabra y divierte a los presentes con anécdotas laborales cada vez más graciosas.
La reunión da inicio. El gran maestro plantea los temas de agenda uno a uno y estos se van desmenuzando con gran informalidad, pero con profunda seriedad.
Los e-books, las lecturas actuales, no faltan los blogueros que aprovechan para llevar lectores a sus literaturas puras…
El tema de la realidad es mencionado superficialmente, solo para no perder la costumbre.
Llegado el momento culminante de la reunión, todos los lectores entrelazan sus manos y, ante las llamas que están a punto de extinguirse, eligen el primer libro del mes del año. Todos saben lo que pasará, pero es una tradición que no se debe marginar.
Todo concluyó, solo la lectora-contadora permanece activa revisando las cuentas y aportes del día.
Mientras yo, caliento el banco de suplentes, con la camiseta puesta para ver si la próxima vez logro llegar.
Comentarios
Una respuesta a «Rito»
¿Quién es la pitonisa?