Nacionalismo

Tan solo unos instantes antes que yo habían llegado Edgar y Ronaldo, quizá el motivo de tal puntualidad era la motivación de una prometedora tarde de conversación trivial filosófica. La esperanza de aclarar temas de vida, muerte y felicidad alentaba nuestros espíritus conversadores.

Buscamos la mesa más del fondo y con mayor claridad, para no darle ni un poco de espacio  a la oscuridad, esa soleada tarde de verano tropical.

-¡Hey muñeca!- grito repentinamente Ronaldo para llamar la atención de la  mesera rubia que cautivó su mirada desde nuestro ingreso al antro – un cubetazo de cerveza nacional, la mejor cerveza.

– ¿Y por qué esa cerveza y no la otra? – replicó de inmediato Edgar, adhiriendo a su comentario una mirada inquisidora digna de Torquemada.

– Pues porque es la nuestra y eso la hace mejor – replicó Ronaldo – vos, que poco nacionalista sos. Por gente como vos el país no avanza. ¡Malinchista!

– ¿Y que la fabriquen en nuestro país la hace mejor?, ¿mejor fabricada, mejor sabor, mejor contenido, mejor octanaje? ¿O simplemente mejor porque así te lo dicen quienes la fabrican, porque eso les conviene que creás? – me atreví a terciar en la discusión.

– Va pues, mi amor, traiga la que sea, que si no estos no se van a callar con la chingadera de si es mejor lo nacional, por ser nacional, o si es mejor lo extranjero por su calidad. Pero apúrese mamaíta, que el calor está que no se aguanta.

– No jodas Ronaldo, deja que te cuente – intervino Edgar -hoy por la mañana mientras me rasuraba, con una máquina importada, mi hijo me contó que su profesor lo había regañado (Edgar no uso esa palabra pero este texto debe adaptarse a todo público) porque no se sabía de memoria la primera estrofa del himno nacional. Cuando mi hijo me preguntó las razones por las que debía saberlo, no supe que responder. Si ya sé que las razones te las indican de pequeño como parte del adoctrinamiento que te dan en el colegio, pero las mías no las supe definir. ¿De qué forma te hace mejor saber de memoria una canción guerrera? De la misma forma te pregunto ¿por qué hace mejor este país que consumas cerveza nacional? ¿Por qué sos mejor guatemalteco si te gustan los cremas y los rojos, por encima del Barsa y el Real?

– No lo había pensado fíjate… Ayer mismo, por la tarde, en un programa de radio me invitaban a leer autores guatemaltecos –dijo con aire arrepentido Ronaldo – y me sentí avergonzado porque a mí no me gustan, prefiero leer textos escritos por extranjeros.

– Señorita – le dije a la mesera mientras nos servía el cubetazo de cervezas a las que cuidadosamente les habían retirado la marca – ¿tienen caldo de frutas? Pero que sea de Salcajá porque ese si es del mero bueno…


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Comentarios

2 respuestas a «Nacionalismo»

  1. Avatar de Víctor Orozco

    Pobres de aquellos que jamás experimentaran una verdadera Stout al limitarse a «la mejor cerveza».

    Para mi el patriotismo no debería ser «estar orgulloso de tu país porque si» para mi debería ser «hacer algo para poder estar orgulloso de tu sociedad considerando que la belleza natural de tu país ya estaba ahí».

  2. Avatar de omarvelz
    omarvelz

    Esa «vergüenza» o «culpa», es lo peor. Si el nacional quiere que se le consuma, que se preocupe por ser la mejor oferta.

    ¿En serio el mejor es el de Salcajá o solo se hizo de fama? jaja