Un mundo de lectores, es un mundo de visionarios. Visionario es aquel que por su exaltada fantasía, ve cosas fantásticas. Bajo esta apreciación considero que un lector tiene mayor potencial de crear esas cosas que ve como fantásticas, pues su número de fantasías aumenta con el paso de las lecturas que se encuentra, de las lecturas que se apropia y las va afinando hasta quizás llegar al punto de comunicarlas y ejecutarlas.
Es así, si nos aferramos a la relación, que le atribuye Henry David Thoreau en su libro Walden o Vida en el bosque al significado de lector y al significado de visionario. Pues los considera como sinónimos.
La Lectura (con mayúsculas), se transforma como algo más que propiciar a los bibliófilos (y los no tan fans de la lectura) de un punto delicioso y satisfactorio de placer. Thoreau ve ese momento particular como la esencia de transformar a una persona en visionaria. Durante ese ritual mágico de absorción de líneas se genera una producción propia de nuestras explicaciones, milagros y aclaraciones de los conflictos mundanos y no tan mundanos de la vida. Que incluso tienen la capacidad de superar a lo que el escritor quiso transmitir a lo largo de su obra. Es quizás ese decir: “me encuentro cuando leo”
Como ejemplo de esta relación entre lector y visionario, tenemos a una mujer (sí, hacía falta el lado femenino). Jean-Marie Simon, vino a Guatemala a la edad de 26 años, “en diciembre de 1980, contratada por Amnistía Internacional para tomar fotos del Palacio Nacional… recién había terminado de estudiar lingüística en Ecuador… Durante su estadía en Guatemala Simon capturó imágenes del Ejército Guerrillero de los Pobres, del golpe de Estado del 23 de marzo de 1982, cuando derrocaron a Romero Lucas y de la llegada de Efraín Ríos Montt al poder.”
Con estas imágenes Simon compartió y ayudó a reconstruir la historia ilustrada del Conflicto Armado Interno. Una situación compleja y bastante delicada para la época por la que pasaba la población residente en Guatemala. Su fotoperiodismo cobró vida en un libro que publicó primero en 1988 y luego hace un par de años: Eterna Primavera, Eterna Tiranía. Hoy madre, maestra y abogada deja huella no sólo a sus alumnos, sino también a través de estas páginas que asombran.
Puede que esta visión para captar imágenes impactantes y acertadas de momentos cruciales de un país, parta de fragmentos de su libro de cabecera: Matar a un ruiseñor por Harper Lee. La explicación de que este sea un libro crucial para Jean-Marie:
“La razón es sencilla: en el libro abundan en distintas formas personajes no ensimismados, personajes cuyo solapado heroísmo, desde Atticus y su famoso discurso sobre la valentía después de matar al perro rabioso, hasta la tía Alexandra, quien no es un personaje agradable pero reconoce sus propios límites a, es algo que se no ve en la ficción de hoy en día donde el todo es el yo”.
Matar un ruiseñor, es un libro de cabecera en la literatura moderna estaunidense. E incluso fue catalogado por parte de los libreros como “El Libro que todo adulto debe leer antes de morir.” Novela ganadora de un Premio Pulitzer y ejemplo de modelo de integridad, es sin duda alguna un libro que debemos agregar a nuestro plan de lectura para toda la vida.
Por último, esta fascinante novela, al igual que el de Jean- Marie en Guatemala, se utiliza en Estados Unidos para enfatizar temas de tolerancia y el manejo de prejuicios. ¿Coincidencia? Quizás.
*To Kill a Mockingbird
Comentarios
2 respuestas a «Jean-Marie Simon»
Reconstruir la historia en base a imágenes. Surgen preguntas: ¿serán las adecuadas? ¿serán suficientes? ¿dirán la verdad al ser interpretadas?
Interesante
En relación a tus dudas puedes utilizar de referencia a Mannheim. Al menos considero que es muy acertado. En especial cuando acepta que existen ideologías, que son distorsiones de la realidad que reflejan intereses. Es algo inevitable en cualquier momento histórico y contexto. Distintos miembros de una generación se pueden
orientar unos a otros sobre distintas ideas e interpretaciones de éstas.
Y como respuesta a esto, de si son adecuadas, suficientes o mal/bien
interpretadas sugiere el estudio minuicioso de las fuentes sociales de
esas distorciones de pensamiento. Quizás un grupo no tenga el 100% de
los hechos, pero puede tener el 75%, 50% de éstos y si se integra lo
real, lo mental de distintos grupos. Estos diferentes significados
esenciales que aparecen en conjunción puede que lleguen a la «verdad».
Pero hablar de verdad… son otros 20 len. Ya me inspiré. :3