Amores que no terminan

amorliterarioHace algún tiempo en twitter se lanzó la pregunta: ¿Te has enamorado de un personaje?
Creo que todos hemos tenido nuestros amores ficticios, un personaje del que quizá nos hubiera gustado saber más, que nos dolió lo que les dolía o que quizá le tomamos un amor paternal o fraternal y quisiéramos protegerlo.

El amor fraternal me sucedió con Arya Stark en Juego de Tronos (y tengo que leer aún los otros libros, así que agradecería que no hubieran spoilers), y con Prym en Los Juegos del Hambre. La primera me causó una especie de orgullo por el crecimiento durante toda la historia. La segunda, fue probablemente el reflejo de los sentimientos de su hermana la protagonista y el deseo de su autora, lo que probablemente es lo más cruel de la situación.

Hubo un príncipe atormentado en Los Misterios de París que me causó el deseo de saber más, de que encontrara la felicidad y aún lo recuerdo con cariño recorrer las calles de la ciudad francesa resolviendo los problemas de los demás.

Aunque a veces nos enamoramos no de un personaje, sino de una historia o bien de un mundo. A los escritores también les pasa y hablo desde mi experiencia personal que a veces es difícil dejar ir una historia que te gustó mucho escribir. Por eso a veces aparecen las prequelas, secuelas e intercuelas, o las historias paralelas.

También por eso otros escritores hacen versiones modernas de sus historias favoritas o libros basados en ellas, sólo para darle continuidad a una historia que amaron. O por eso se crean las adaptaciones a televisión, cine, comic… cuanta variación se pueda pensar.

Es razón incluso de los lectores fanáticos, los que luego conforman los fandoms, los que aman las historias, los personajes, la magia en cada libro y más; ellos continúan la historia en sus mentes, descubren cosas de los personajes al leer entre líneas y, gracias a la utilidad del internet, lo comparten con otros lectores de la obra que aceptarán o refutarán la propuesta, comentarán las historias creadas e incluso las ampliarán. Hablarán de los personajes, de cada detalle que puedan descubrir con solo un par de pistas y lo conocerán, probablemente, incluso mejor que sus autores.

Es porque el cariño por una historia no termina cuando cierras el libro. Incluso cuando lees otros libros, creas otras historias, te enamoras de otros personajes, aquellos amores de antes no acaban. Cada uno tendrá un lugar en el corazón de su lector, de su escritor.


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Comentarios

Una respuesta a «Amores que no terminan»

  1. Avatar de Sandy
    Sandy

    Sería extraño que a alguien a quien le gusta sumergirse en la lectura no se enamore de un personaje o no quiera continuar con la historia.

    Me ha pasado con un sin fin de libros que he leído, y no solo enamorarme sino hasta sentir desprecio real por algunos personajes.

    Alguien que sabe leer generalmente se siente parte de la historia mientras la lee, cuando termina el tiempo de lectura y cierra el libro en su mente siguen imaginando situaciones que podrían pasar o que le gustaría que pasasen.

    Pero si he de enamorarme de un personaje sería de Jack Bulder (Los pilares de la tierra) por ese amor que tuvo a Aliena y esa pasión que tenía para su trabajo y cumplir su sueño.