Reseña: Love Veintidiez

Love Veintidiez de Tania Hernadez

Es el año 2011, el mundo literario ve con controversia el surgimiento de Cincuenta Sombras de Grey, una popular novela erótica con claros tintes de sadismo en sus páginas, y que con un gran esfuerzo publicitario volvía a instaurar a la literatura erótica (o romántica, como suelen llamarla para suavizar el término) en la opinión popular, incluso más allá de los lectores, alcanzando a la gran pantalla y programas televisivos.

Desde finales de los años 30s y principios de los 40s que el género erótico no cobraba un impulso tan grande en la literatura.

Mientras tanto en Guatemala, en ese mismo 2011, Tania Hernández publicaba Love Veintidiez, una colección de relatos cortos también con una fuerte dosis de violencia y erotismo, que no solo pasarían a formar parte de la literatura guatemalteca, sino también de la literatura erótica guatemalteca.

Aunque compartan tiempo y temas, el libro de Tania recrea un mundo tan real y guatemalteco que asusta. Carece de la presencia de un millonario Christian Grey para, en cambio, dar lugar al Lobo feroz, un pandillero violento y machista que quiere controlar a la rebelde Caperuza. Con ellos también comparten el libro personajes como La Tatuana, víctima de violación y secuestro, o el pegamentero Tacuacín, quienes viven un espacio que se reconoce como guatemalteco, por La Sexta o ese autobús atestado de gente, pero que también es fantasía, porque es el espacio entre ella y él.

Love Veintidiez retrata diferentes relaciones pasionales —amor y odio— desde un plano íntimo, como  mujer, el de los otros (ellos) y el de los deseos (ambos), pero sin olvidar a que país, o mejor dicho sociedad, pertenece. Lo cual hace al libro una mezcla interesante entre narración inteligente y sofisticada con personajes vulgares y violentos. En otras palabras, hay un mundo por explorar en la literatura erótica que no es Grey, que puede o no ser placentero, pero que puede y debe ser creativo para descubrir en él la sensualidad a veces escondida por culpa del miedo:

El tatuaje de barquito era lo único que le gustaba de ese cuerpo sudoroso que se presionaba regularmente sobre ella. Cada vez que la violaba, porque eso era lo que hacía, violarla, aunque hace días que había dejado de resistirse y aunque él pensará que la había convencido y no vencido […] Cada vez que la violaba ella se concentraba en el barquito que él tenía tatuado en el hombro, porque viéndolo fijo, muy fijo, podía dejar su cuerpo vacío, entrar en una especie de trance en el cuál podía soñar su vientre intacto, podía soñarse , dulcis virgo María, siempre virgen.

—Fragmento del relato: La ascención de María.

Es fácil equivocarse con las descripciones de Love Veintidiez, porque aún siendo un libro pequeño y bien estructurado se atreve a denunciar los maltratos a la mujer, anima un feminismo que reconocí como moderno y promueve una libertad de elección que muchas veces la sociedad por conservadora niega, pero no lo hace a través de una narrativa sosa, quejumbrosa o conformista. Es atrevida, sensual, perversa, romántica, moderna y por eso mismo controversial. Aída Toledo lo describe de una forma más acertada en el prólogo del libro:

Sus narraciones vienen de un de un imaginario que es poco estudiado, se trata de la exacerbación de la sensualidad y el erotismo, donde los personajes, principalmente femeninos, hablan de sus propios deseos carnales, desde sus necesidades sexuales, respecto a los problemas que atraviesan sus cuerpos, cuando no pueden ser saciados por el «otro» o la «otra».

De ese recorrido que el libro realiza desde los deseos negados, pasando por los insatisfechos, hasta llegar al climax del deseo alcanzado, es entonces que hoy me atrevo a sacar a Love Veintidiez de la cómoda clasificación de solo ser «un libro de relatos cortos» a decir que se merece un privilegiado puesto dentro de la literatura erótica guatemalteca.

Llegará el día en que entendamos que los mejores deseos son los compartidos, dejaremos de escribir sobre ellos, apagaremos las luces y los disfrutaremos. Hoy, gracias a Tania Hernández, ese día podría ser hoy.

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Love Veintidiez
Tania Hernández.
Editorial Sin Tecomates, 2011.
78 pp.


Foto por dollen, bajo licencia Creative Commons BY-SA.
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