¿Qué sería de la lectura sin la discusión?
Claro, un libro lo disfrutamos cada uno en nuestra intimidad. Es un viaje personal. Un paseo solitario hacia el mundo de otros que solo existen en aquel lugar que nuestra mente crea, siguiendo las instrucciones del escritor. Pero sin duda alguna los acuerdos y desacuerdos, las opiniones y complementos de otros que hicieron el mismo viaje, son de una gran valía.
De ahí que, cada vez que me es posible, haya participado en muchas discusiones, sin el ánimo (aunque parezca lo contrario) de imponer, sino de aprender. Es por eso que las reuniones de Lectores Chapines las tengo en tan grande estima. Es interesante como se defienden puntos de vista y se apoya a ciertos autores, procurando argumentos válidos, para realizar tal defensa.
Meditaba en esto después de leer un post llamado: Escritores contra escritores. En donde se citan las opiniones de unos, en contra de otros. Es interesante como entre colegas, también se atacan y se atacan duro.
Un ejemplo:
“Me parece una mala escritora simple y llanamente, y llamarla escritora es darle cancha. Ni siquiera creo que Isabel Allende sea escritora, es una escribidora”.
– Roberto Bolaño“Eché una mirada a un par de sus libros (de Roberto Bolaño) y me aburrió espantosamente”.
– Isabel Allende
Les invito a leer otras citas interesantes en el post original y me despido con la pregunta: ¿Cuánto más nosotros hemos de estar en desacuerdo muchas veces en éste fascinante y extenso mundo de las letras?
Saludos