Las siguientes letras van dedicadas a los melómanos -bibliófilos, pues la persona que abordé con la pregunta de los libros fue a nada más y nada menos que Francis Dávila.
Este artista incursionó en la creación-evolución del mundo remoto de la música electrónica de Guatemala. Su paso por la vida ya lo llevó a estar dentro de los mejores 100 DJs del mundo e incluso Paul Van Dyk lo tiene en su lista de DJs favoritos. Y nada lo detiene, pues nos sigue entreteniendo en lugares recónditos del país y a los que normalmente no van los artistas; y más allá.
Los sonidos y letras se fusionan según su opinión con el poeta, novelista clarividente- ensayista Aldous Huxley y su libro Un mundo feliz.
Al parecer Huxley anticipa una sociedad que ha resuelto sus problemas sexuales, demográficos y de tecnificación. No en la era cristiana, sino en la era de Henry Ford. Es una sociedad aparentemente feliz sin guerras, ni pobreza. Pero a cambio de la ausencia de aspectos que actualmente valoramos de acuerdo a la percepción de la mayoría dentro de la colectividad, como la familia, la diversidad cultural, la filosofía, el arte, la ciencia, la religión y ¡La literatura!
Los individuos de esta sociedad ficticia se someten a sesiones supervisadas de sexo, con el fin de eliminar respuestas afectivas que liguen sentimentalmentea los individuos y que generen peligrosas relaciones de dependencia.
A medida que leen la reseña a muchos les puede parecer bastante obscena, cruda y poco atractiva. Pero también me recuerda el cómo a los 15 años este tipo de lectura me despertó el interés por una especie de ciencia ficción futurista y exagerada en los puntos exactos para dar evidencia de ciertos vicios a los que puede que aspire una sociedad en la vida real.
Un ejemplo puede ser la fe ciega al evangelio y reproducción de dogmas de tecnificación y desensibilización de nuestras relaciones sociales. O bien la manera en la que la estratificación social rígida de clases pueden condicionar a una nueva modalidad de esclavitud y perpetuar el dominio de los superiores con apoyo de acción directa a la reducción del coeficiente intelectual en el período embrionario de un ser humano. Algo cerca de nuestra realidad, que podía realizarse, si cayera en manos mal intencionadas, a través de la clonación.
Pese a los aciertos y desaciertos de esta apreciación procuré encontrar la relación que le hace Francis Dávila a esta obra y la música electrónica. Sigo sin encontrarla.
Pero la lectura tiene como característica ser creativa. Tiene un punto mágico donde puede haber polaridad no sólo durante la cita del escritor y la originalidad de interpretación del lector, sino también entre interpretaciones de diversos lectores.
No encontré la relación, ni se me ocurrió preguntar detalles en ese momento. Un grave error, del cual quizás ustedes puedan ayudarme leyendo este fantástico libro.