De la pluma de Ximénez al Pincel de Garavito

10169422_1440157926229150_9109734117934312091_n

Espacios artísticos en la contemporaneidad de la
antigua Chuwila, Chichicastenango el Quiché.

Chichicastenango ya no es sólo sincretismo entre la religión católica y los ancestrales ritos mayas. En la galería de arte La Cava, el sincretismo es entre las palabras de escritores y poetas, entre pintores y fotógrafos, entre lectores y amantes de la estética.

En el día del libro les compartimos la entrevista que Lectores Chapines realizó a Diego Ventura, curador, estudiante de ciencia política y restauración, creador de este nuevo proyecto cultural localizado a un par de cuadras del núcleo del libro religioso maya que narra el origen de la humanidad, el Pop Wuj.

[clear]

Lectores Chapines: Diego, empecemos con algo trillado pero elemental ¿Qué fue lo que te motivó a la aparición de La Cava? ¿Por qué ese título?

Diego: Fundamentalmente aparece como un espacio para impulsar a los artistas locales. El titulo surge porque antiguamente ese espacio era una bodega cerrada de licores, vinos y bebidas del restaurante.

LC: ¿Cómo has sentido la acogida y evolución de tu proyecto por parte del público de Chichicastenango?

D: La acogida por parte de la población local es poca. Somos una comunidad con necesidades básicas que muchas veces no son cubiertas. Evidentemente el arte no es una necesidad, aún cuando gracias al magnífico mercado tengamos sensibilidad artística y nociones estéticas marcadas. Pero precisamente para eso está el proyecto, para cambiar esos esquemas. El mercado al que está dirigida la galería por otro lado, ha acogido bien el proyecto.

LC: ¿Y de los artistas?

D: Tengo solamente un artista chichicasteco. Curiosamente tengo más artistas del lago, Tecpán, la ciudad y artistas de larga tradición.

L.C. Hasta ahora las galerías han estado vetadas al gran público, quizá por desconocimiento o en este caso porque es una comunidad con necesidades básicas ¿cómo ves el papel de las galerías en el desarrollo artístico de una comunidad?

D: Chichi actualmente cuenta con 3 galerías, incluyendo la cava: La galería Pop Wuj, que es apoyada por el proyecto Guggenheim, y la galería kamalbe. Evidentemente Chichi por ser destino turístico tiene una demandada aceptable por el arte. En el caso de la galería Pop Wuj, impulsa talleres de creación artística para niños, jóvenes y adultos. En el caso de Kamalbe y la cava, contribuimos a la economía de los artistas, ya que contamos con diversidad de artistas de comunidades indígenas y el porcentaje a la galería es mínimo. Esto hace que muchas personas subsistan del arte. Si no veamos el caso de Andrés Curruchich en Comalapa, quien transformó su comunidad él solo y posicionó el arte naif guatemalteco a nivel mundial.

LC: ¿Cuándo se convirtió el arte y la literatura en parte fundamental de tu alma?

D: Uno de mis abuelos es bisutero y mi madre que es una lectora empedernida tuvo esa sensibilidad desde pequeña. Mi padre hace tallas por pasatiempo, y desde pequeño tuve acercamientos al arte popular. Mi madre me enseñó a leer con la colección ayer y hoy de Artemis Edinter que aún conservo. Fundamentalmente, me he visto rodeado de artes todo el tiempo. Hay un dicho que reza, la cabra siempre tira al monte. Mis amigos y conocidos tienen talentos artísticos ocultos o que explotan.

L.C. De los miles de autores que brotan en tu mente ¿cuáles nos recomendarías en este día del libro?

D: Siempre he visto al mundo como un todo, es decir, aún cuando las fronteras geográficas nos dividan somos parte de él. ¿Qué pasa cuando no somos parte siquiera de nuestro país? Por ello yo recomiendo a Severo Martínez Peláez, Fray Francisco Ximenez, José Mobil, Marco Augusto Quiroa, Carolina Escobar Sarti, Humberto Ak’abal, Diego Ugarte, Elena Casaús Arzú y a la Premio Cervantes Elena Poniatowska. Es un recorrido por nuestra conformación de todos ámbitos: históricos, políticos, artísticos, etc.


Publicado

en

por