Ojos de lector

No tengo duda alguna que, por más que insistiera y desgarrase sus vestiduras, aunque ardua tarea hubiese sido trabajar en aquella armadura, el famoso Don Quijote de la Mancha, no podía quejarse, en serio, de la fermosura de la sin par Dulcinea del Toboso, pero cierto es que al leer aquella hermosa línea, que acusa razón y sinrazón, utilizando los ojos de lector, queda claro la admiración que el personaje sentía por su amada.

Paseando por una librería, de esas en donde muchos de nosotros nos sentimos como en una juguetería, me topé con un libro que se llama “Lecturas sobre la lectura”, escrito por Alberto Manguel, el título me atrajo al instante y, como mínimo, tenía que saber de qué trataba. En el prólogo he leído uno de los párrafos que más me ha dejado en que pensar, referente a éste fantástico mundo de la lectura y que me permito compartir:

“El tema de este libro, como de casi todos mis libros, es la lectura, la más humana de las actividades creativas. Considero que somos en esencia animales lectores y que el arte de la lectura, en su sentido más amplio, nos define como especie. Llegamos a este mundo empeñados en encontrar una narrativa en todo: en el paisaje, en el cielo, en las caras de los demás y, por supuesto, en las imágenes y palabras que nuestra especie crea. Leemos nuestras propias vidas y las de otros, leemos las sociedades en que vivimos y aquéllas que existen más allá de nuestras fronteras, leemos imágenes y edificios, leemos lo que se encuentra entre las pastas de un libro.”

Leer es una actividad que tiene que ver con la comprensión e interpretación de símbolos, pero nuevamente utilizando los ojos de lector, se entiende que el texto intenta transmitir la ansiedad, necesidad o deseo que existe por ver lo que hay más allá de la simple percepción de algo, esa innata búsqueda de significado y un por qué de las cosas.

Continúa el prologo hablando maravillas de la lectura y de lo necesaria que es para darle coherencia al mundo, hasta que llega a una frase que dice: “Nadie se baña dos veces en el mismo libro”, y entonces los ojos de lector ya no me sirvieron.

Heráclito afirmaba que el fundamento de todo es el cambio constante, que nada permanece, de tal cuenta, se le atribuye la frase, citada erróneamente, que dice: “Nadie se baña dos veces en el mismo río”. Tal afirmación no es correcta, un río es una corriente de agua continua, conceptualmente el río es el mismo aunque el agua que haga contacto con la persona sea distinta. La experiencia de bañarse en determinado río no cambia por el agua que haga contacto con la piel, en cambio la misma sí será afectada por factores externos como el clima o el tiempo que se disponga para el mismo, por ejemplo, y por factores internos como el estado de ánimo o la intención del baño (higiene o placer), por mencionar algunos.

Si te juntas con un amigo a charlar, el diálogo puede aumentar el conocimiento de ambos y, en el mejor de los casos, estrechar los lazos afectivos entre ambos, no obstante la despedida no la realizas con otra persona, ella sigue siendo la misma, con sus mismas experiencias, vivencias, emociones y conocimiento, pero alguno de ellos, ahora, enriquecido.

Alberto Manguel, entiendo, quería transmitir la idea de que cada experiencia al leer un mismo libro, incluso en una relectura, es distinta, pero eso nada tiene que ver con el texto, porque el mismo posee un cúmulo de ideas y conocimiento finito e inalterable, somos nosotros, los consumidores, quienes hacemos de cada lectura algo diferente. Dicho de otra forma, mucho de la maravillosa experiencia de adentrarse en las historias que el autor nos cuenta, radica en cada uno de nosotros.

Sostengo que no será lo mismo leer Crimen y Castigo, por citar un ejemplo, en una habitación con poca luz a altas horas de la noche, descansando en una hamaca con el sonido de las olas de fondo o en la banca de un parque con un viento templado acariciando la piel.

Ojalá entrenemos cada vez mejor nuestros ojos de lector y logremos separar, en las obras, aquellas ideas que aumenta nuestro conocimiento de las hermosas frases que producen placer. Quizá tengamos la dicha de encontrar ambas cosas en las mismas oraciones.

Saludos


Publicado

en

por

Etiquetas: